¿Hasta dónde estamos dispuestos a vender nuestra escencia? ¿Cuál es el punto donde dejamos de ser nosotros y empezamos a ser un simple producto?
Todos tenemos nuestro negocio regalón, y a decir verdad son todos muy parecidos. Casi como si los eligiera uno en el supermercado de una pila de otros negocios iguales al nuestro. Carteles promocionales varios, el calendario de alguna cerveza, por lo menos dos refrigeradores: uno de Cocacola y otro de Ccu, y un monton de otros artilugios con el membrete del auspiciador correspiendiente. ¿Coincidencia?, es que las empresas son verdaderas bestias del marketing. Quisiera contarles la historia de mi amigo Jorge.
Él tiene un almacen, donde vende cosas de almacén a precio de almacén, hasta ahi nada del otro mundo. El verdadero encanto de este local es el concepto... Este es el Hard Rock caffe de los almacenes. Paredes tapizadas en fotos de bandas, fotos del dueño con musicos de Rock, entradas a conciertos concurridos, uno que otro poema, etc... Quienes visitan este almacen se dan cuenta que es un verdadero "Cheers" un lugar para conversar y conocer gente.
Adónde voy con la historia... en este local hincó su agudo ojo publicista la gaseosa del osito polar. En primera instancia y en buena onda convencieron a mi amigo de recibirles un toldo rojo con la marca correspondiente para poner fuera de su local. Al día siguiente mi amigo nota con un dejo de descepcion que los 3 locales adyacentes tenian el mismo toldo. Mi amigo lo sacó y ahí sucedió.... como si se hubiera salido de un culto o estuviera desertando de algun partido politico empezo a recibir el acoso de un Joseph Göebbels tratando de convencerlo vez tras vez, semana tras semana de instalarle otro refrigerador rojo, o un afiche medio vintage, o el osito simpatico, el cartel luminoso y cuanta bazofia se pueda instalar en un almacen.
Cuando mi amigo los rechaza vuelven con un supervisor o se pasean frente su local observando como cuervos planeando su estrategia para volver.
Uno los ve todos los dias en los negocios y sin embargo nunca reparamos en la terraformación que pretenden estos propagandistas. Los negocios se vuelven parte del retail, un teratóma del holding, un afiche mas en la calle. No les interesa el margen de venta... los margenes de venta en los almacenes no dependen del nivel de propaganda, sino del nivel de población del sector y de la competencia vecina, y ellos lo saben. A ellos les interesa tener presencia, clavar su bandera y hacer de esos locales sus puntos de publicidad.
Y al final es eso la standarizacion llevada hasta el mínimo detalle, espero se acuerde usted de esto la proxima vez que vaya a comprar a su negocio regalón. Hágame un favor y cuente cuántos muebles, afiches, refrigeradores, colgantes, calendarios y quien sabe qué otra bazofia publicitaria encuentra en su local.
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