viernes, 27 de febrero de 2015

Mataron a los pequeños con los ojos bien abiertos

Así rezaba una canción de Yusuf Islam aka Cat Stevens. ¿A qué edad un niño deja de ser niño? ¿Cuál es el punto donde se muere la inocencia?
De pronto, tenemos nuestras calles llenas de miniadultos y uno que otro niñito. Los estereotipos predicados en la televisión y las redes sociales mueven a los niños a parecerse a sus ídolos adultoides.

Se adelantan las conciencias, los criterios, la líbido, la incursión en la sexualidad.

En este último respecto hay una notable aceleración en los niños, seminiños,seudoniños, o como queramos llamarlos. Un estudio de 2010 realizado en un 48% de la población adolescente reveló que la edad promedio de incursión en la sexualidad es 16 años en las mujeres y 17 en los hombres. Cifra que marca un adelantamiento, especialmente en las mujeres, con respecto a otro estudio similar de 1997 arrojando éste que la edad de iniciación sexual en el mismo segmento de la población juvenil era a los 18 años tanto en hombres como mujeres. El mismo estudio de 2010 mostró que hubo un total de 38.048 nacidos vivos por madres de 15 a 19 años, mientras que las madres de 10 a 14 años engendraron un no menos importante total de 953 nacidos vivos.

¿A qué obedece esta aceleración en la pérdida de la niñez? ¿Quiénes son los verdugos de la inocencia?
Quizás podamos apuntar con el dedo a la juventud rebelde y a sus imponentes ganas de hacer todo a su manera. Pero, ese espíritu es parte de la juventud, no podemos culpar a un árbol joven de querer crecer chueco.

Les pregunto padres ¿tendrá algo que ver con este adelantamiento, la sexualización que han provocado en los niños?, ¿acaso pensaba usted que vestir a sus niñitos con ropa de grande era lindo e inofensivo?. Quizás no era tan buena idea vestir a la niñita de 2 años con minifalda y esas poleras que muestran el ombligo.

O tal vez algo tenga que ver el exponer a los niños a la música sexualizada y explícita que la radio emite inescrupulosamente sin medir horario. Es probable que esta música no le afecte mayormente a usted, un adulto con su criterio formado. Pero no será lo mismo con un niño que está apenas asimilando su entorno, que sus primeras lecciones sobre sexualidad y moral las reciba de un reggaetón o alguno de sus homólgos

No trato de ser un puritano, usted es dueño de su libre albedrío. Pero después no se queje.

Obviamente la sexualidad es sólo un aspecto. Ni siquiera hemos hablado de la violencia de los videojuegos que le entregamos a los niños para que maten su tiempo, videojuegos a veces recomendados para mayores de 15, 17 o 21 años, censuras que no tomamos en cuenta a la hora de mantener entretenidos a los infantes a veces menores de 10 o 5 años.
No nos medimos con las películas que vemos frente a ellos, ni en el vocabulario que predicamos con el ejemplo. ¿Cuántos asesinatos, suicidios, violaciones, agresiones, escenas sangrientas han visto nuestros retoños gracias al gentil auspicio de la televisión y los videojuegos?

Si buscamos responsables podemos mirar horrorizados un espejo. Es así como hemos hecho que los niños se vistan como grandes, insensibilizamos sus ojos con escenas de muerte y violencia a destajo, y hemos sexualizado sus mentes con toda la influencia que nosotros mismos hemos permitido a sus cabezas permeables absorber sin reparar en el daño causado.

Hemos asesinado a nuestros niños mientras aún tenían los ojos bien abiertos.

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